Una de las muchas razones por las que el olor puede crear impresiones tan significativas y duraderas es porque supera la parte del cerebro que procesa la lógica y el razonamiento. Nuestra reacción inicial al olor siempre es visceral, por lo que cuando olemos un olor, la información sobre ese olor se envía inmediatamente al área de nuestro cerebro que le asigna importancia.
La ciencia ha demostrado que dentro de un año los humanos pueden recordar un aroma con un 65 % de precisión, en comparación con un recuerdo visual del 50 % después de 3 meses. El aroma puede llevarte fácilmente a un dulce recuerdo de la infancia o recordarte a tu persona favorita. Imagina lo que el aroma podría hacer por tu marca. Hable hoy con uno de nuestros consultores para averiguar por qué tantas empresas están agregando un componente de aroma a su estrategia de marketing.